REGALIZ, que es un seguro de vida para este tercio. Cuando REGALIZ para a los toros uno se da cuenta que los toro echan la cara arriba dando derrotes y la explicación es qie los lanzan por lo cerca que se pone el caballo y que los toros piensa que ya está a tiro. El menudo equino se los deja arrimar hasta el toque y en el último momento con un pequeño movimiento sale de la jurisdicción del toro. Es uno de esos caballos que cuando un rejoneador se monta, no quiere bajarse más.
Con sus seis años y menos de 20 tardes en esto, REGALIZ puede aguantar los primeros envites y los va templando en largo y parándolos con unos ajustados doblones con la grupa, hasta conseguir que el astado se temple y entonces lo lleva muy despacio, muy templado y caracoleando con la grupa. Un magisterio de cómo parar a un toro y sobre todo como atemperarlo.